Aunque el Reino Unido abandonó la Conferencia de Evian sin haber abierto sus fronteras a los refugiados judíos alemanes y austríacos, puso en marcha una serie de esfuerzos de rescate entre 1938 y 1940 conocidos formalmente, en alemán, como Kindertransporte (en singular, Kindertransport), o transportes de niños, que trajeron a unos 7500 niños judíos al Reino Unido.
Donantes u organizaciones privadas se hicieron cargo del patrocinio del transporte y la educación de los niños y, finalmente, de su emigración a otros países. La mayoría de los padres de estos niños fallecieron en el Holocausto. El impacto cultural y social de estos niños ha sido inmenso: entre las personas que se salvaron por el Kindertransport y por una iniciativa estadounidense similar llamada The One Thousand Children, se encuentran el Lord británico “Alf” Dubs, la activista política Hedy Epstein, el académico sobre el Holocausto Geoffrey Hartman y el personaje mediático estadounidense, la “Dra. Ruth” Westheimer.