Annelies Marie “Anne” Frank, conocida en español como Ana Frank, fue una joven judía alemana conocida por su Diario publicado póstumamente, en el que describió los dos años que ella y su familia pasaron escondidos en Ámsterdam. El diario de Ana tal vez sea la pieza de literatura sobre el Holocausto más leída en el mundo.
Nació en 1929 en Frankfurt, Alemania. Su familia huyó a Ámsterdam para escapar de la persecución de los nazis. En la década de 1930, su padre creó un negocio de éxito. Los Frank permanecieron en su apartamento de antes de la guerra hasta que en 1942 su hija mayor, Margot, recibió una citación oficial para presentarse en un campo de trabajo nazi. Poniendo en marcha un plan previsto para más adelante durante la guerra, la familia se escondió en el anexo secreto situado en el edificio de la empresa del padre de Ana, Otto Frank. En su ocultamiento, los acompañó el socio comercial de Otto, Hermann van Pels, así como su esposa, Auguste, y su hijo, Peter.
Durante ese tiempo, Ana escribió sobre sus experiencias mientras estaban escondidos y como una adolescente curiosa en edad de crecimiento. En la primavera de 1944, después de escuchar una transmisión de la guerra en la que se solicitaban relatos de primera mano sobre la ocupación, Ana comenzó a editar y reescribir secciones, y también cambió su estilo y el tema en cuestión. Además de describir la vida cotidiana en su escondite, reflexionó sobre su identidad nacional y religiosa y sobre otros temas más maduros, incluida la difícil relación con su madre, su romance con Peter van Pels y los cambios físicos de la adolescencia.
El 4 de agosto de 1944, cuando Ana tenía quince años, el escondite de los Frank fue allanado por la policía en respuesta a un aviso desconocido, y la familia fue arrestada y recluida en el campo de tránsito de Westerbork. Al mes siguiente, fueron deportados a Auschwitz. En octubre de 1944, Ana y Margot fueron enviadas a Bergen-Belsen, donde ambas murieron de tifus en marzo de 1945, pocas semanas antes de la liberación del campo. Otto Frank fue el único miembro de la familia que sobrevivió al Holocausto.
Después de la guerra, Miep Gies, una de las cristianas holandesas que había ayudado a esconder a los Frank, le dio a Otto los diarios de Ana que ella había estado guardando. Otto Frank los editó en un libro titulado Het Achterhuis (en español, El Diario de Ana Frank), publicado por primera vez en los Países Bajos en 1947 y posteriormente traducido a más de cincuenta idiomas. La casa donde se escondieron en Ámsterdam, en la calle Prinsengracht 263, se ha convertido en museo y recibe la visita de miles de personas cada año.