El término genocidio fue creado en 1944 por un abogado judío polaco llamado Raphael Lemkin. Hace referencia a la destrucción de un grupo específico, total o parcialmente, debido a la identidad nacional, étnica, racial o religiosa de ese grupo.
En diciembre de 1948, la Asamblea General de las Naciones Unidas adoptó la Convención para la Prevención y la Sanción del Delito de Genocidio que estableció el genocidio como un delito de derecho internacional. La convención expuso cinco actos que, individualmente o en su conjunto, podrían constituir un genocidio:
- Matanza de miembros del grupo;
- Lesión grave a la integridad física o mental de los miembros del grupo;
- Sometimiento intencional del grupo a condiciones de existencia que hayan
de acarrear su destrucción física, total o parcial; - Medidas destinadas a impedir los nacimientos en el seno del grupo;
- Traslado por fuerza de niños del grupo a otro grupo.
La convención también expuso claramente que la tentativa de genocidio, así como la instigación y la complicidad en los delitos, eran sancionables en virtud de dicha convención. Han tenido lugar muchos otros genocidios desde 1945.