Hajj Amin al-Husayni (1897-1974) fue un clérigo islámico, una de las voces fundadoras del islamismo radical, el cual se basa en el nacionalismo, los valores antisemitas y antidemocráticos, y que justifica las acciones violentas en pos de estos objetivos. Realizó comunicados propagandísticos para el Tercer Reich, que todavía son fundamentales para las formas virulentas de odio contra los judíos y contra Israel. Los estudiosos contemporáneos rechazan la idea de que al-Husayni influyera en la decisión de lanzar la Solución Final en el año 1941 y 1942.
Al-Husayni nació en Jerusalén a finales del siglo XIX en el seno de una familia adinerada e influyente. Estudió en Jerusalén, El Cairo y Estambul, y en 1910 fue nombrado oficial del ejército otomano. En 1921, fue proclamado Gran Muftí de Jerusalén y presidente del Consejo Supremo Musulmán por los británicos, después de que estos adquirieran Palestina bajo mandato de la Sociedad de las Naciones. Estos cargos hicieron que se convirtiera en el portavoz religioso más influyente de la comunidad musulmana palestina de la época. En 1936, asumió la presidencia del Alto Comité Árabe, fundamental para la Revuelta árabe de Palestina de 1936-1939, la cual fue provocada por el asesinato en 1935 del jeque Sheikh ʿIzz al-Dīn al-Qassām a manos de los británicos y el posterior asesinato de dos judíos en abril de 1936. En 1937, al-Husayni se vio obligado a huir del Mandato británico de Palestina después de que la administración británica declarara ilegal el comité. Husayni pasó el resto de la década de los años treinta en el exilio, primero en el Líbano y luego en Irak.
El 21 de noviembre de 1941, fue trasladado en avión a Berlín, donde el 28 de noviembre se reunió con Hitler. Hitler recibió afectuosamente a al-Husayni, aunque se negó a emitir una declaración pública de apoyo. Los alemanes alojaron a al-Husayni en una lujosa villa de Berlín, pero rehusaron especificar sus planes para el mundo árabe o el lugar que ocupaba al-Husayni en esos planes. Sin embargo, en 1943, le utilizaron para ayudarles a reclutar a unos 25 000 musulmanes bosnios en las Waffen SS.
La retórica de al-Husayni contra los judíos en los comunicados propagandísticos en nombre del Tercer Reich era malévola. En marzo de 1944, pronunció un discurso en el que exhortó a sus oyentes: “Levántense como uno solo y luchen por sus sagrados derechos. Maten a los judíos dondequiera que los encuentren. Esto agrada a Dios, a la historia y a la religión”. Después de una corta estancia en Francia custodiado por los aliados bajo arresto domiciliario, regresó a Oriente Medio, donde pasó su trayectoria profesional posterior a 1945 en Egipto y Líbano, incitando a la violencia contra los judíos y a la destrucción de Israel hasta su fallecimiento en Beirut en 1974.