El rabino Leo Baeck, uno de los principales teólogos judíos liberales del siglo XX, era el líder espiritual de una sinagoga de Berlín cuando los nazis llegaron al poder. Rechazó muchas oportunidades para salvarse y se negó a abandonar a los judíos alemanes.
En 1933, fue elegido presidente fundador del recién creado Consejo de Representación en el Reich de los judíos alemanes (Reichsvereinigung der Juden in Deutschland). Durante la siguiente década, Baeck trabajó para proporcionar a los judíos servicios sociales siempre que fuera posible, incluso intercediendo ante la [Gestapo] en su nombre.
En 1943, a la edad de setenta años, fue deportado al campo de concentración de Theresienstadt en Checoslovaquia, donde se le asignó trabajar en un carro de basura. El rabino Baeck continuó brindando consuelo espiritual a los reclusos del campo hasta que el 8 de mayo de 1945 Theresienstadt fue liberado por el Ejército Rojo. Falleció en Londres en 1956.
[Gestapo: abreviación de Geheime Staatspolizei (policía secreta del estado). La parte del mecanismo de seguridad de Alemania responsable de la supervisión de los alemanes y su conformidad con la ideología nazi, y más tarde de la identificación de los judíos en la clandestinidad. Adquirió una temible reputación por mantener a los alemanes bajo vigilancia, pero investigaciones recientes sugieren que era una organización demasiado pequeña para haber funcionado sin la colaboración activa de amplios sectores de la población alemana].