Las políticas y medidas dirigidas contra los judíos pueden dividirse en tres periodos o fases: persecución y emigración forzada de judíos alemanes y austríacos entre 1933 y 1939; un periodo de creación de guetos y represión en los territorios del Este ocupados por Alemania entre 1939 y 1941; y una fase de exterminio sistemático desde mediados de 1941 hasta el final de la guerra. Existe una discrepancia entre los expertos acerca de las motivaciones e intenciones detrás de estas políticas.
Inicialmente, en las décadas de los años cuarenta y cincuenta, los expertos argumentaron desde un punto de vista [intencionalista] que la aniquilación de los judíos se había producido por el odio personal de Hitler hacia ellos. Argumentaron que la coherencia de sus declaraciones contra los judíos, desde el comienzo de su actividad política en 1919 hasta su “testamento” final en 1945, sugería que llegó al poder con un objetivo muy claro de por lo menos eliminar a los judíos de Alemania.
Ahora bien, a medida que pasó el tiempo, otros expertos señalaron la necesidad de interpretaciones estructuralistas o [funcionalistas] que tuvieran en cuenta el esfuerzo de la sociedad alemana para expulsar a los judíos de la vida cotidiana alemana mediante una legislación cada vez más opresiva y una [radicalización acumulativa]. Del mismo modo, también señalaron los planes para alentar o forzar la emigración judía de Alemania a finales de la década de 1930 y (por extensión) señalaron el fracaso del resto del mundo en ofrecer un refugio seguro para los miles de judíos que trataron de huir. Los esfuerzos internacionales para encontrar una solución a la crisis de los refugiados fueron, en el mejor de los casos, poco entusiastas y lamentablemente inadecuados.
Con el estallido de la guerra, la situación de los judíos alemanes se agravó, al tiempo que aquellos que se encontraban en territorios recién conquistados de la Polonia ocupada a menudo eran concentrados en guetos. Sin embargo, después de la invasión de la Unión Soviética en junio de 1941, a las actividades de los Einsatzgruppen, la ampliación de los campos existentes como Auschwitz y la construcción de centros de exterminio le siguió la deportación de judíos de Alemania a los centros de exterminio. Aunque no existe ningún documento en el que Hitler ordenara explícitamente la “Solución Final de la cuestión judía”, lo que hace imposible citar una fecha exacta, el consenso es que el verano de 1941 supuso una transición hacia un programa de exterminio más sistemático.
[intencionalismo: la creencia de que los nazis actuaron basándose en un plan a largo plazo o en una conspiración basada en la identificación, concentración y finalmente el asesinato de judíos, ideada antes de que llegaran al poder en 1933].
[funcionalismo: el argumento de que muchas de las decisiones para cometer asesinatos evolucionaron en respuesta a los desafíos locales y la escasez de vivienda o alimentos, y que estas fueron tomadas por las autoridades y los oficiales de las SS en niveles inferiores en lugar de dirigidas de manera centralizada].
[radicalización acumulativa: término acuñado por el historiador alemán Hans Mommsen para describir cómo las empresas, las organizaciones profesionales e incluso las localidades alemanas rebasaron las directrices del régimen nazi al excluir a los judíos de la sociedad alemana].