Durante la Segunda Guerra Mundial, solamente murieron alrededor de 120 judíos daneses de una población de aproximadamente 6000 judíos en el periodo previo a la guerra. Esto vino determinado por tres factores: en primer lugar, la negativa de las autoridades y los civiles daneses a cooperar con la orden nazi por la que se debía identificar y arrestar a la población judía; en segundo lugar, el grado elevado de autonomía concedido a las autoridades danesas bajo la ocupación alemana; y, en tercer lugar, el contexto político del país cuando se propuso una deportación masiva, el cual generó dudas en Alemania acerca de la operación. Todos estos factores se vieron propiciados por el pequeño tamaño y la homogeneidad de la población danesa, que pudo coordinar un esfuerzo nacional para trasladar a una población judía altamente localizada a un lugar seguro, primero a la clandestinidad y luego a la Suecia neutral.
En abril de 1940, los alemanes invadieron Dinamarca. El número total de judíos era de unos 7500: una población nacional de unos 6000 aumentada por los refugiados provenientes de Alemania y Europa del Este. A Dinamarca se le permitió, como nación “aria”, conservar una autonomía casi total en sus asuntos internos, y el gobierno se negó a implementar una legislación discriminatoria contra los judíos o sus propiedades.
En agosto de 1943, después de que el gobierno danés renunciara a implementar los decretos alemanes contra la resistencia y los saboteadores, Alemania declaró la ley marcial en Dinamarca. En septiembre de 1943, Hitler aceptó una solicitud del general de las SS Werner Best en la que pedía la deportación de los judíos de Dinamarca. Sin embargo, el general Best comenzó a dudar de si la acción era políticamente aconsejable y advirtió a los daneses no judíos. Una red formada por las autoridades danesas, los líderes de la comunidad judía y civiles daneses ocultaron a los judíos, principalmente en las regiones costeras. En el plazo de un mes, aproximadamente, los pescadores transportaron a los judíos a la Suecia neutral. Como resultado de esta acción colectiva, se encontraron muy pocos judíos durante el intento de redada del 1 de octubre. La redada se vio todavía más obstaculizada por la negativa por parte de la policía danesa a cooperar: Solo unos 470 judíos fueron encontrados y deportados a Theresienstadt. Prácticamente todos los judíos que fueron sacados de contrabando en 1943 regresaron a Dinamarca en 1945.